Gracias a todos
En nombre de la redacción de PATRIA SINDICALISTA damos las gracias a todas aquellas personas (curiosos, amigos, simpatizantes y camaradas) que han depositado su voto en la urna con el símbolo del yugo y las cinco flechas; esto es, la papeleta de Falange Española de las JONS.
Aparentemente, puede parecer un acto fútil, ya que todos sabemos quiénes ganarían de antemano. No es cierto, sin embargo. Cada voto falangista es un testimonio de la España que piensa y resiste, de la España que no dobla la rodilla ante el neoliberalismo y el capitalismo.
No habrá faltado gente que, sintonizando con nosotros en algunos postulados político-ideológicos, os habrán dicho que no vale la pena votar y que con la abstención se hace daño al Sistema. Desde nuestro punto de vista, este alegato carece de fundamento. Al Sistema le da exactamente lo mismo un porcentaje bajo, y hasta ridículo, de participación. El Sistema, en cualquier caso, no se va a desmoronar porque te hayas quedado en casa, incluso porque la mayoría de la población "pase" de esta u otras consultas.
Los votos nacional-sindicalistas no sirven aún para arañar la dura piel del Sistema, cierto, pero sirven para algo muy importante: para contarnos. Para saber nuestro grado de penetración y construcción de tejido social alrededor de Falange Española de las JONS, dónde hemos hecho las cosas medianamente bien y dónde tenemos que percutir en el futuro con resolución. El voto falangista, en definitiva, sirve de termómetro de cómo están las voluntades que piensan en clave nacional-sindicalista.
¿Hemos, con nuestro voto, con el voto falangista, apuntalado al Sistema? Desde luego que no. Un voto a Falange Española de las JONS no sirve, en ningún caso, para "engordar" al Sistema. Por una sencilla razón: porque nuestro discurso y nuestras acciones van en contradirección. Lo sabemos nosotros, pero también ellos lo saben.
En nombre de la redacción de PATRIA SINDICALISTA damos las gracias a todas aquellas personas (curiosos, amigos, simpatizantes y camaradas) que han depositado su voto en la urna con el símbolo del yugo y las cinco flechas; esto es, la papeleta de Falange Española de las JONS.
Aparentemente, puede parecer un acto fútil, ya que todos sabemos quiénes ganarían de antemano. No es cierto, sin embargo. Cada voto falangista es un testimonio de la España que piensa y resiste, de la España que no dobla la rodilla ante el neoliberalismo y el capitalismo.
No habrá faltado gente que, sintonizando con nosotros en algunos postulados político-ideológicos, os habrán dicho que no vale la pena votar y que con la abstención se hace daño al Sistema. Desde nuestro punto de vista, este alegato carece de fundamento. Al Sistema le da exactamente lo mismo un porcentaje bajo, y hasta ridículo, de participación. El Sistema, en cualquier caso, no se va a desmoronar porque te hayas quedado en casa, incluso porque la mayoría de la población "pase" de esta u otras consultas.
Los votos nacional-sindicalistas no sirven aún para arañar la dura piel del Sistema, cierto, pero sirven para algo muy importante: para contarnos. Para saber nuestro grado de penetración y construcción de tejido social alrededor de Falange Española de las JONS, dónde hemos hecho las cosas medianamente bien y dónde tenemos que percutir en el futuro con resolución. El voto falangista, en definitiva, sirve de termómetro de cómo están las voluntades que piensan en clave nacional-sindicalista.
¿Hemos, con nuestro voto, con el voto falangista, apuntalado al Sistema? Desde luego que no. Un voto a Falange Española de las JONS no sirve, en ningún caso, para "engordar" al Sistema. Por una sencilla razón: porque nuestro discurso y nuestras acciones van en contradirección. Lo sabemos nosotros, pero también ellos lo saben.
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